«Fue jugar a un juego de estas características la primera inspiración para escribir Sobre la nieve y bajo la niebla, por lo que se podría decir que la base sobre la que se construyó todo lo demás fue el ambiente…»
Queridos lectores, hoy vamos a hablar de Sobre la nieve y bajo la niebla, escrito por Albert Ruiz y publicado por el Grupo Editorial Europa
Sobre la nieve y bajo la niebla es una historia genial que vale la pena leer, una aventura llena de peligros y giros, un viaje de los protagonistas siempre acompañados por la nieve y la niebla…
En el Grupo Editorial Europa entrevistamos a Albert Ruiz para conocerlo mejor y descubrir algo más sobre su libro…
Ya estamos listos para leer nuestra entrevista…
¿Qué le gustaría decirle a sus lectores?
Deduzco que mi inexperiencia en la escritura no ha pasado desapercibida, y para justificarme solo puedo que citar a un personaje de ficción tan celebre que no me molestaré ni en presentar: “Era mi primerito día”.
Aun así, si leyendo Sobre la nieve y bajo la niebla habéis llegado a disfrutar una centésima parte de lo que yo he disfrutado escribiéndolo, tengo por seguro que os habrá merecido la pena. Y es que entre versiones, correcciones y modificaciones, he invertido tantas horas en este libro que pensarlo me da hasta vértigo, y os garantizo que todas esas horas han sido divertidas. No entretenidas, no interesantes, no enriquecedoras (aunque a veces también lo eran) sino genuinamente divertidas; de estar escribiendo con una sonrisa en los labios y pensando en las reacciones que tendríais cuando lo leyerais.
Es por eso que solo me queda por decir: gracias por empezar, gracias por continuar y, si ese ha sido el caso, gracias por terminar.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Creo que sí, si no me falla la memoria. Empecé a escribir Sobre la nieve y bajo la niebla hace muchos años y por eso me cuesta estar seguro, pero hay un momento en concreto que destacaría.
Para dar un poco de contexto, las consolas portátiles son mucho menos potentes que las de sobremesa, así que sus juegos están llenos de pequeños trucos para aparentar que tienen mucho contenido a pesar de sus pocos recursos. Uno de estos pequeños trucos es la niebla. Como el personaje está en mitad de la niebla, no ve lo que está lejos de él, y la consola solo tiene que cargar los objetos cercanos.
Aunque este es un modo muy efectivo de ahorrar recursos y que el juego funcione con fluidez, consigue a la vez otro resultado: la sensación de tensión y vulnerabilidad es absoluta. Como no ves nada, no sabes lo que hay en la niebla, y eso significa que podría haber cualquier cosa. Si hay monstruos cerca, no los ves hasta que ya los tienes encima, y eso hace que avances siempre con pies de plomo.
Fue jugar a un juego de estas características la primera inspiración para escribir Sobre la nieve y bajo la niebla, por lo que se podría decir que la base sobre la que se construyó todo lo demás fue el ambiente.
¿De qué escritores se inspira?
No diría tantos escritores (cuyos nombres soy incapaz de recordar la mayoría de las veces) sino obras.
Me gusta que la niebla sea bien espesa y los monstruos bien extraños, como en La niebla.
Me gusta que las escenas de acción estén descritas al detalle y el lector tenga a su disposición toda la coreografía de una pelea, como en la Saga de Geralt de Rivia. Me gusta que se den situaciones absurdas, hasta tal punto que el lector se vea en la necesidad de retroceder un par de párrafos para asegurarse de que ha leído bien, como en Mundodisco. Me gusta que los viajes sean largos y los peligros abundantes, como en El señor de los anillos. Me gusta que los “malos” no sean del todo malos y que los “buenos” no sean del todo buenos, como en los cuentos de Rudyard Kipling. Me gusta (o al menos me gusta intentarlo) plantear preguntas incómodas, como en El juego de Ender. Y sobre todo me gusta que el mundo sea salvado por adolescentes como sucede en tantas novelas juveniles, de entre las cuales destacaré al, por todos conocido, Harry Potter.
Además y al margen de todo lo anteriormente mencionado, también señalaría que me suelo inspirar en otros medios como el cine, la animación o los videojuegos.
¿Cuándo nació su pasión por la escritura?
Cuando era bastante pequeño. Recuerdo haber encontrado una carpeta con historias que escribí cuando tenía doce años. Ninguna estaba terminada y ninguna tenía demasiado sentido, pero eché un buen rato leyéndolas.
Siempre he preferido contar historias a escucharlas. Cuando jugaba con muñecos, estos no solo luchaban entre ellos, sino que también se conocían, discutían, se traicionaban, escondían secretos, y en última instancia, sí, luchaban entre ellos. El caso es que el juego siempre tenía una trama y si no la tenía, simplemente no era divertido.
En el patio del colegio pasaba algo parecido. Todos teníamos mucha imaginación en mi grupo de amigos, y mientras los demás jugaban a pillar, nosotros habíamos llegado a un planeta desconocido donde había tornados de agua, fuego, tierra y viento que nos perseguían.
Así que no tardé en darme cuenta de que había muchas formas de contar historias y de que todas era divertidas. Sin embargo, ninguna era tan cómoda y accesible como la escritura. Solo necesitaba un ordenador, por viejo que fuera, y podía dedicarle horas y horas sin llegar a aburrirme o a cansarme. Además, y al contrario de lo que sucedía en los juegos, las historias quedaban inmortalizadas y era más fácil compartirlas.
Así que eso hago ahora, cuando unos tornados me persiguen, lo escribo y lo comparto.
¿Por qué eligió ese título?
Varias personas me han llamado la atención al respecto. ¿Por qué se llama Sobre la nieve y bajo la niebla si los personajes están “en la niebla” o “entre la niebla”? Esta pregunta tiene una respuesta corta y otra larga.
La corta es que suena mejor.
En cuanto a la larga, quería transmitir que a pesar de estar en mitad de la nada, los protagonistas están atrapados. (Atrapados por las circunstancias, atrapados por los peligros y atrapados el uno con el otro). Viéndolo así, Sobre la nieve y bajo la niebla se convierte en una suerte de “Entre la espada y la pared”, y significa que por poco que les guste la situación en la que se encuentran, no tienen alternativa.
Este concepto se repite a lo largo del libro, pero pensé que era una buena idea que se viera reflejado también en el título.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Albert Ruiz por haber respondido a nuestras preguntas y le deseamos buena suerte con Sobre la nieve y bajo la niebla
Esto es todo por hoy, ¡nos vemos la próxima!
Rachele