«Que disfruten de la historia; que conecten con sus personajes, que conozcan a aquellos que tanta importancia tuvieron en su época y por supuesto, que comprendan los motivos que los encauzan a hacer lo que hacen, sentir lo que sienten y vivir como viven…»
Queridos lectores, hoy vamos a conocer a Filigranas doradas y plateadas, escrito por Cristina Lobato Borrego y publicado por el Grupo Editorial Europa
Filigranas doradas y plateadas es una novela de ficción histórica que no olvidará fácilmente, una historia entre los españoles y los holandeses durante la Guerra de los Ochenta Años, llena de personajes históricos y episodios sensacionales…
Filigranas doradas y plateadas, publicado por el Grupo Editorial Europa, nos ha parecido tan atractivo, que hemos decidido conversar con Cristina Lobato Borrego para conocerla mejor y descubrir algo más…
Ya estamos listos para leer nuestra entrevista…
¡Feliz lectura!
¿Qué le gustaría decirle a sus lectores?
Que lean “Filigranas doradas y plateadas” con neutralidad; que no se posicionen bajo ningún concepto cuando hablo de bandos o ideologías, pues de lo contrario, lo que pretendo o trato de pretender contar no tendrá sentido. También y no menos importante, que tengan en cuenta que nunca antes había escrito una novela y que para plasmarla de la forma en la que se ha concebido he necesitado muchísima investigación, muchísimo tiempo y muchísima fuerza de voluntad.
Que sepan que, exceptuando a Málaga (mi ciudad), nunca he estado en ninguno de los lugares que se mencionan, luego mi trabajo ha consistido en dilucidar de la manera más cuidada posible que lo que se impregna en cada ambiente sea acorde a lo que los sucesos de la trama corresponden. Y por supuesto, que piensen desde el primer momento en que la leen que es una novela de ficción histórica, en la que yo, como autora, he utilizado unos hechos y unos personajes creados por mí para mostrar y a veces explicar de otro modo las efemérides que acontecen.
En definitiva y como querría cualquier escritor, que disfruten de la historia; que conecten con sus personajes, que conozcan a aquellos que tanta importancia tuvieron en su época y por supuesto, que comprendan los motivos que los encauzan a hacer lo que hacen, sentir lo que sienten y vivir como viven.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Lo cierto es que no pensé que sería capaz de hacer de esta historia todo un señor libro como es. La idea comenzó, más o menos, a finales de mayo de 2019; un año que no fue excesivamente positivo para mí por una serie de razones que casi me hicieron perder totalmente la esperanza acerca de mis capacidades para estudiar, pues así se empeñaron algunos de los docentes que tenía en aquel tiempo en manifestar sus desacuerdos con respecto a mi manera de hacer las cosas.
Pero bueno, dejando atrás ese mal recuerdo que a punto me indujo a entrar en una depresión, he de decir que comencé a escribir esta historia como terapia para olvidar por unos instantes lo que me rodeaba y cuando no era más que un pensamiento sobre una española y un holandés enamorados durante la guerra de Flandes. Había vuelto a ver días antes una de mis películas preferidas, “Alatriste” – la adaptación cinematográfica de las novelas de tal capitán español, escrita por mi muy admirado Arturo Pérez-Reverte, que, como dato y que me perdone si lee esto don Arturo, a día de hoy todavía no he tenido la oportunidad de leerme alguna –, y “Filigranas doradas y plateadas” nació precisamente de una cuestión que se me vino durante su visionado, pues me percaté de que la historia entre los españoles y los holandeses durante la Guerra de los Ochenta Años siempre se había contado en el arte literario desde las respectivas perspectivas adquiridas por los dos bandos. Fue esto lo que me motivó, por tanto, a contar los acontecimientos y el papel de cada figura importante sin edulcorar ni menospreciar ningún detalle, de forma totalmente imparcial.
¿En qué escritores se inspiró?
Tuve muchos en mente durante la creación de los primeros capítulos, pero sin duda la que más me ilustró a escenificar lo que va pensando, efectuando y diciendo cada uno de los personajes ha sido la autora inglesa Elizabeth Chadwick, que es considerada una de las mejores de ficción histórica y a quien le profeso una gran devoción. Es de esas escritoras que enganchan desde que comienzas la primera página, y adoro el excepcional detalle con el que va narrando y describiendo sus historias. De ella, siendo sincera, me acuerdo que, leyendo uno de sus libros – “Desafiar a un rey” – fui tomando nota sobre cómo se debía elaborar un buen diálogo.
Por supuesto y para ambientarme totalmente en la época y en el estilo narrativo de la misma, me embriagué de “La vida es sueño” del maestro Calderón de la Barca. Él tendrá un papel importante en la novela, así como su mencionada obra.
¿Cuándo nació su pasión por la escritura?
Mi padre fue el que me incitó a leer y me regaló mis primeros libros (de literatura juvenil evidentemente) cuando era niña. Fue sobre los trece años cuando empecé a leer novelas que requerían mayor madurez intelectual, pero mi afán por ser yo quien escribiera no llegó hasta que aparqué por un tiempo la música, ya que, en mi adolescencia, me dediqué a hacer canciones y a cantar.
Como tuve como principal pasatiempo tocar la guitarra y elaborar estrofas y estribillos que enfocaran sentimientos en una simple hoja, siempre intuí difícil eso de hacer un libro con páginas. No me llamó la atención demasiado de primeras, pero me animé a presentarme a un concurso de relatos de mi instituto cuando tenía quince años y conllevó a que creara tras él un cuento en el que representé a Antonio Vivaldi, mi compositor preferido. Una historia que he guardado para mí, si bien no descarto que salga a la luz un día de estos.
¿Por qué eligió ese título?
Las musas me lo proporcionaron. No sé muy bien en qué momento lo elegí, pero fue meramente desde antes de concluir el Prólogo.
La historia se desvela porque se enseña en unos escritos de la protagonista; unos escritos que, según lo fui imaginando, constituyen una especie de diario adornado con filigranas doradas y plateadas. Sin embargo, no solo tiene este título por unos aderezos de la tapa que encierra las vivencias de Isabel, sino porque el color del oro y la plata unidos se consideran incompatibles de combinar, tal y como se considera al amor imposible entre la antedicha y Willem. Ambos, siendo simultáneamente parecidos pero muy distintos, se conjuntan sin temor a que las represalias del destino interfieran en su idilio; el mismo destino que hizo que se encontraran. De ahí que en el transcurso de la novela vayan apareciendo algún que otro elemento con el combine del dorado y el plateado.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Cristina Lobato Borrego por haber respondido a nuestras preguntas y le deseamos buena suerte con Filigranas doradas y plateadas
Hoy os saludo, y nos vemos próximamente con tantas novedades en puerta…
¡Hasta pronto!
Rachele