«El mensaje de la novela es algo así como: “Piensa un momento antes de juzgar superficialmente a una persona”. Yo pienso que la primera impresión muchas veces no es la más justa. Cuando me hago un juicio sobre una persona, me gusta que este se sostenga en mi experiencia con ella…»
Queridos lectores, hoy vamos a hablar de Las cuestiones personales, escrito por Pablo Iglesia Gutiérrez y publicado por el Grupo Editorial Europa
Las cuestiones personales es una novela genial y cautivadora con personajes perfectamente estudiados, llenos de características singulares y que llevan consigo un montón de significados éticos y morales
Interesante, ¿verdad?
Por lo tanto, en el Grupo Editorial Europa entrevistamos a Pablo Iglesia Gutiérrez para descubrir algo más sobre su obra…
A continuación ofrecemos la entrevista…
¿Qué le gustaría decir a sus lectores?
El mensaje de la novela es algo así como: “Piensa un momento antes de juzgar superficialmente a una persona”. Yo pienso que la primera impresión muchas veces no es la más justa. Cuando me hago un juicio sobre una persona, me gusta que este se sostenga en mi experiencia con ella. Por eso, prefiero tener los suficientes datos antes de arriesgarme a dejarme llevar por un prejuicio. En este caso, nos encontramos con una trama construida por una persona resentida, que busca perjudicar a Tadeo. Lo que más me preocupa de lo que sucede después es la reacción de la comunidad escolar, que en vez de ser prudente y poner las opiniones ajenas “en cuarentena”, se precipita a etiquetar a Tadeo, sin siquiera darle ocasión de comprender el motivo de su aislamiento social. En este sentido, la historia recuerda un poco a Kafka. Hay un personaje, de todas maneras (Don Cristino), que mantiene su confianza en Tadeo, sin dejarse llevar por la histeria social que se produce en torno a él. Definitivamente, Don Cristino es un guía intelectual que junto con Amalia, componen un trío que representa el triunfo de la justicia sobre los juicios precipitados.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Yo soy paciente psiquiátrico. Se supone que vivo con un pie en una realidad inventada, delirante, que mi exceso de dopamina genera en mi cerebro. La novela tiene una dimensión autobiográfica en el sentido de que yo soy una persona que ha vivido el sojuzgamiento. Esto son datos que suelo tratar con mis íntimos, pero valga decir que llevo veinticinco años con problemas de integración, debidas a la imagen que la gente se hace de mí. El caso de acusación de pederastia que pesa sobre Tadeo no tiene nada que ver con mi caso, eso vaya por delante. Lo que me ha llevado a escribir la historia de Tadeo ha sido ver cómo se me separaba de mis vínculos sociales debido a una especie de “teléfono escacharrado” que se ha dado acerca de cosas que he vivido.
¿En qué escritores se inspiró?
Me gusta leer clásicos. En ese sentido, seguramente influyan en mi escritura autores como Proust, sobre todo en la búsqueda de lo evocador de algún pasaje. Este es mi primer intento de escribir un relato largo (yo empecé con relato breve), así que Carver es importante. Cortázar siempre, es mi autor favorito, tan solo amenazado por Borges. Como puede ver, mis influencias no son muy contemporáneas, ya he dicho que me gusta leer clásicos. Pero, sobre todo, la mayor influencia que hay en la historia es el cine negro clásico americano. Yo escribo a partir de imágenes. Trato de trasladar al papel la película que estoy imaginando. Por eso, esta historia está construida a partir de fotografías, casi se podría decir fotogramas. El lenguaje es muy cinematográfico, a pesar de que he probado una redacción cuidada, más literaria. Me fascinan las películas policiacas de los setenta, incluyendo el Crack, de Garci. He intentado dar un tono español a la historia, no simplemente reproducir códigos de fuera. Simplificando, mi técnica ha sido la de la reescritura de una película ficticia.
¿Cuándo nació su pasión por la escritura?
Estaba leyendo 2066, fascinado por el río de palabras que Bolaño tejió en su interior. De una manera imprevista, empecé a preguntarme cómo sería escribir una novela, y si yo estaría capacitado para escribir una (nunca como 2066, por supuesto). En aquel tiempo, yo escuchaba por las mañanas una emisora de radio que retransmitía un concurso literario junto con una conocida academia de escritores de Madrid. El concurso se llamaba “Relatos en cadena”, y consistía en enviar un texto de no más de cien palabras que comenzase con la última frase del relato que había resultado ganador en la edición anterior (eran semanales). Me animé, y comencé a escribir relatos de cien palabras que enviaba a esta emisora. Mis relatos nunca ganaron ninguna edición, ni siquiera fueron seleccionados para la final, por lo que me detuve a pensar sobre cuáles eran los motivos de mi falta de resultados. Tras un poco de reflexión, tomé la decisión de inscribirme en la academia literaria con la cual el programa colaboraba. De esta manera me inicié en el mundillo de los talleres literarios, donde te enseñan los principios de la escritura creativa, y asimilas las primeras herramientas de la narrativa breve. De esto hace aproximadamente diez años, durante los cuales he ido adquiriendo más técnicas, las cuales me han conducido a la aventura de mi primer relato extenso, Las Cuestiones Personales.
¿Por qué eligió este título?
Las Cuestiones Personales condensa una serie de significados que me interesa trasladar al lector. Primero, el personaje de Don Cristino representa a un responsable del Benevolentismo, un hombre que ha servido lealmente a este sistema ficticio, y que ha creído en él. A pesar de que el Benevolentismo es un régimen no democrático, Don Cristino es una persona justa, ecuánime y coherente. Es un hombre de principios. Los motivos por los cuales cree en un régimen autoritario hemos de rastrearlos en otras historias, quizá. Es precisamente por este motivo, por ser una persona de principios, que inicia un camino de cuestionamiento del mundo que ha conocido. Siendo como es un intelectual, su sentido de la honestidad le impele a poner en tela de juicio los fundamentos bajo los cuales ha servido, sobre todo a raíz del descubrimiento de la raíz podrida sobre la cual se sostiene el Benevolentismo, y que constituye el desenlace de la historia.
El segundo significado se sitúa en el lugar opuesto y es, quizá, algo más frívolo. Salaberría se conduce por cuestiones personales como, de nuevo, se descubre en el desenlace de la historia. Para no hacer spoiling, no contaré más que esto.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Pablo Iglesia Gutiérrez por habernos dedicado su tiempo y le deseamos buena suerte con Las cuestiones personales
Esto es todo por hoy… nos vemos próximamente con tantas novedades…
Un abrazo
Rachele