«Se trate de la recreación de una comunidad asimilable a la nuestra, un futuro mundo posible, en el que domina la tecnología y los seres evolucionados con nuevas capacidades adquiridas, pero donde perduran los problemas de siempre, como la ignorancia, el sometimiento, el racismo o la conquista…»
Queridos lectores, hoy vamos a conocer a Un Mundo Teikino, escrito por Ina Marte y publicado por el Grupo Editorial Europa.
Un Mundo Teikino es una obra genial donde el género futurista se mezcla a la perfección con el romanticismo y mucho más…
Un Mundo Teikino, publicado por el Grupo Editorial Europa nos impactó inmediatamente y, por eso, entrevistamos a Ina Marte para conocerla mejor y descubrir algo más sobre su libro…
A continuación ofrecemos la entrevista a la autora…
¡Feliz lectura!
¿Qué le gustaría decirle a sus lectores?
Me gustaría que las personas que se adentren en mi Mundo Teikino disfruten tanto de la aventura y de sus personajes como lo he disfrutado yo escribiendo. Les diría que dejen volar su imaginación y simplemente disfruten adentrándose, a un ritmo veloz, en un entorno sugerente, alternativo y desconocido. También que no se dejen llevar por prejuicios sobre ciencia ficción o géneros futuristas, ya que entre sus páginas encontrarán aventura, romanticismo, humor…
Por supuesto, desde ya, mi total gratitud hacia todo aquel que se acerque a mi obra y les animo sin duda a compartirme cualquier feedback, por loco o crítico que sea. ¿Qué les ha gustado o qué no? ¿Sobre qué o quién les gustaría saber más…? ¿Hay algo que les haya parecido especialmente curioso? Todo el feedback es bienvenido y yo estaré encantada de recibirlo y contestar a través de mi cuenta inamarte@gmail.com
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
En este caso sí que hubo un momento decisivo para empezar a escribir ya que un día cualquiera soñé con una de las escenas clave del libro. Sin desvelar detalles se trataba de una escena intensa y algo traumática donde el protagonista se ve impulsado a tomar una decisión drástica respecto a un ser querido. Escribí entonces esa primera escena y quise averiguar qué había detrás de la decisión del personaje.
Por otro lado, me atraía mucho el diseñar un lugar remoto y un contexto de ciencia ficción y colocar en el centro a una persona normal y corriente, y ver qué ocurría. Me gusta pensar que esta historia nos podría pasar a cualquiera de nosotros en realidad.
Después, a medida que avanzaba la historia y me situaba en ese Mundo Teikino en particular, me pregunté e intenté imaginar cómo sería una civilización tecnológicamente mucho más avanzada que la nuestra. ¿Cuáles podrían ser sus problemas, sus intereses, y sus motivaciones? ¿Y serían estos problemas tan distintos de los nuestros? ¿Qué podría comportar el aislamiento continuo de una civilización? Fue así, con ese hilo de pensamiento, cómo fui dando forma a esta historia.
¿Qué representan los Teikinos?
Tal vez se trate de la recreación de una comunidad asimilable a la nuestra, un futuro mundo posible, en el que domina la tecnología y los seres evolucionados con nuevas capacidades adquiridas, pero donde perduran los problemas de siempre, como la ignorancia, el sometimiento, el racismo o la conquista. ¿Es posible vivir en armonía consigo mismos en un nuevo planeta, que se supone avanzado, aunque sólo sea a nivel tecnológico? ¿Es la tecnología realmente la clave de la prosperidad y el avance de la humanidad? ¿Podemos someter a otros seres? Probablemente el lector sea capaz de ver su propia realidad, y los problemas de la sociedad que le rodean, reflejados en ese espejo futurista, extraño y cercano por igual.
O tal vez… este Mundo Teikino solo es el frío escenario sobre el que se desarrolla una historia romántica y original, así de simple. El lector decidirá.
¿Cuándo nació su pasión por la escritura?
Siempre me ha gustado fantasear e imaginar historias, personajes y escenas. A menudo plasmaba esas ideas en dibujos, normalmente escuetos y en blanco y negro. Por otro lado también soy de las personas que sueñan mucho, cosas inverosímiles, surrealistas, y también divertidas. Recuerdo que de muy pequeña mi padre me regaló un libro en blanco y me dijo: “ten, para que escribas lo que sueñas”. En ese momento no le hice caso, como en tantas cosas, y he tardado algunos años en ponerme a ello. Supongo que en algún momento dibujar no fue suficiente y la atracción por profundizar un poco más en esas historias fue demasiado grande como para no intentarlo. Tenía que tirar del hilo y darle forma a esos personajes y averiguar qué dicen, qué sienten, qué les motiva y qué aventuras o desventuras les rodean. Así es cómo hace unos diez años empecé poco a poco a escribir las primeras escenas y diálogos. Reconozco que al principio me costó mucho e hice un millón de correcciones… ¿Cómo remarcar quién habla? ¿Cómo solapar distintas voces? ¿Cómo interactúa el narrador? Y un millón de dudas más. Tengo que decir que yo he sido siempre autodidacta en este mundillo.
¿Por qué eligió ese título?
Este título pretende situar de lleno al lector en una raza y contexto, en una cultura lejana y extraña. El nombre de ese mundo tenía que representar parte de lo que son. Por ello, el nombre en sí, Teikino, fue el resultado de una combinación de palabras. Los sonidos tech, tek, teiki… para mí están vinculados a “tecnología”. Por otro lado, en algún idioma exótico, “ikino” significa “en camino”.
Y eso me lleva a reflexionar sobre cuál es el recorrido de estos seres y cuál es nuestro recorrido humano respecto a los avances tecnológicos. Pienso que el desarrollo tecnológico es como un carril de aceleración en el que no nos podemos parar, en el que no podemos dar marcha atrás. Pero me pregunto al mismo tiempo cuánto nos aporta o nos aleja de nuestra verdadera evolución. Cuál es el camino en paralelo que deberíamos recorrer para un verdadero crecimiento y enriquecimiento como seres sensibles, sociales, emocionales.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Ina Marte por haber respondido a nuestras preguntas y le deseamos buena suerte con Un Mundo Teikino.
Esto es todo por hoy, ¡nos vemos la próxima!
Un Abrazo
Rachele