«La literatura es una forma de ver la vida. Eso no se elige. Y como forma de ver la vida, toma la carga de la necesidad. El escribir, ya forma la fuerza de la necesidad, como comer, como beber agua…»
Queridos lectores, hoy vamos a hablar de Sintonías Límbicas, escrito por Julián Alejandro Rosa y publicado por el Grupo Editorial Europa.
Sintonías Límbicas es algo que no se puede olvidar, una colección de cuentos sobre el tiempo presente y pasado, una línea de tiempo habitada por personajes marginales, reflejos de la personalidad humana desde siempre implicada en la eterna búsqueda del ser…
Sintonías Límbicas, publicado por el Grupo Editorial Europa nos ha parecido tan atractivo e interesante que hemos decidido conversar con Julián Alejandro Rosa para descubrir algo más…
Ya estamos listos para leer nuestra entrevista…
¿Qué le gustaría decirle a sus lectores?
Que lean buscando la pregunta. Que lean por placer, pero siempre, buscando la interrogación. Que encuentren la música, que encuentren, en mi literatura, la posibilidad de ampliar esa realidad que nos encierra, que nos marca límites y nos encasilla.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Cuando le preguntan a Borges, cuando sabe que es el momento para editar o simplemente dar por terminado el proceso de corrección. Él, responde que simplemente da por terminado ese proceso, por cansancio. Creo que un poco tiene que ver con eso. Hay un cansancio de corregir y corregir. Pero el hecho que lo moviliza, a uno a escribir, tal vez sea la necesidad de comunicar. La literatura es una forma de ver la vida. Eso no se elige. Y como forma de ver la vida, toma la carga de la necesidad. El escribir, ya forma la fuerza de la necesidad, como comer, como beber agua. En mi caso, ya lo veo de esa manera. Y lo de escribir este libro en particular, tal vez el querer experimentar ese sentimiento de saciedad, que al final, parece no llegar nunca, y luego, sin ningún lugar a dudas, el sentimiento, tan humano y tan perjudicial, también, que es el ego. Digamos que el momento preciso, sería el resultado entre la ecuación de la suma de hartazgo de la corrección, la necesidad de comunicar, y simplemente, egocentrismo. En fin y al cabo, creo que el arte es el único medio por el cual, nosotros, le podemos otorgar una espiritualidad a las cosas.
¿En qué escritores se inspiró?
No creo que los escritores, en mi caso, me inspirasen a escribir. Sí me inspiran a leer. Y a leer mejor. Sí, creo, que tengo un gusto determinado para la lectura, aunque no me considero un gran lector, si un buen lector, en cuanto a la capacidad de discernir con rapidez, sobre el carácter de una obra. Pero soy un lector desordenado, caótico, no tengo perseverancia para leer. Sí, creo que hay escritores que te pueden enseñar a escribir más que otros, por sus estructuras, se muestran más claras a la forma de tomar ejemplos, y otros escritores solo los leo por placer, aunque también me frustro al ver lo que hacen y que parece que lo hacen con tal facilidad que me deprime, tal vez porque en lo único que soy exigente en la vida, es con mi escritura. En resumen, no creo mucho en la inspiración. Picasso dijo, si la inspiración llega, que me encuentre trabajando.
¿Cuándo nació su pasión por la escritura?
De joven, de adolescente, recuerdo que a veces escribía. Cosas sin sentido, creo. Seguramente sin estructura, simplemente una especie de desahogo. Luego me metí de lleno en la adolescencia y sus vaivenes, las salidas, los amigos, esa etapa tan hermosa en donde se pierde el tiempo, pero eso también nos nutre en cierta forma. Cuando conocí a mi novia, en ese entonces, y esposa ahora, no sé muy bien por qué se me ocurrió la idea de hacer un taller literario. No leía, no sabía leer. No reconocía de estéticas, ni autores, ni nada. Creo que mi maestro al principio se apiadó de mí. Con el transcurso de los talleres, fui descubriendo esa pasión. Fui descubriendo que ver cuando se lee, que buscar. Y comencé a leer un promedio de dos libros por mes, comencé a leer cuentistas argentinos que me ayudaban con la prosa. Enrique Anderson Imbert, Ezequiel Martínez Estrada, Abelardo Castillo, Julio Cortázar, y muchos otros. Creo que ese fue el momento, con el correr del primer o segundo año de taller con el maestro Carlos Penelas.
¿Por qué eligió ese título?
La idea del título es tomar ese gran concepto de la literatura o del arte en sí. Ese concepto de que el autor participa lo menos posible en la obra, luego si está el trabajo intelectual en la corrección, claro que sí. Pero en fin y acabo mostrar al artista como ese médium que capta como en sintonías, esas historias tan sencillas, como complejas a su vez, que provienen de no sé dónde, por eso digo que proviene del limbo, ese lugar que tanto la ciencia como la religión, toma como lugares inexplorados y en esencia misteriosos. En estas sintonías, se pueden hallar historias donde la realidad cobra otra elasticidad, o también esa realidad se mezcla tanto con los sentires y pensares, y el interrogante forma parte fundamental de la estructura del cuento, cuestiones tan sutiles, que cobra otra fuerza y dimensión.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Julián Alejandro Rosa por habernos dedicado su tiempo y le deseamos buena suerte con Sintonías Límbicas.
Esto es todo por hoy, ¡nos vemos la próxima!
Besos y Abrazos
Rachele