«Soy una persona que reflexiono mucho. El silencio ocupa un rol importante en mi vida. Desde ese lugar es que mi imaginación tiene el primer incentivo para producir…»
Queridos lectores, hoy vamos a hablar de Querida Vida: Ahora sí puedo entenderte, escrito por Ignacio Kardya y publicado por el Grupo Editorial Europa.
Querida Vida: Ahora sí puedo entenderte es un ensayo genial que se desarrolla en nueve capítulos que tratan que muchos temas interesantes y actuales: historia, filosofía, música, cine…
Interesante, ¿verdad?
Es por eso que en el Grupo Editorial Europa entrevistamos a Ignacio Kardya para descubrir algo más sobre Querida Vida: Ahora sí puedo entenderte.
Ya estamos listos para leer nuestra entrevista…
¿Qué le gustaría decirle a sus lectores?
Construyan su mundo de una manera que sea funcional para la vida que están llevando. “Querida vida” se trata de eso. ¿Cómo logro pararme firme en mi vida, a pesar de los vaivenes inherentes a ella?
No podemos permitir dejarnos llevar por las corrientes, las tendencias y las superficialidades. Somos participantes activos de nuestra vida. Es hora de entender de qué manera se nos presentan las circunstancias que nos rodean. No existen recetas mágicas. Hay que ejercitar la persistencia y la constancia. Para eso, tenemos que aprender a pensar coherentemente. Pensar coherentemente es tener un criterio personal sólido que nos facilite afrontar adecuadamente aquellas circunstancias que nos movilizan.
A mis lectores les explico algo que parece sencillo pero que es muy complicado: cómo ordenar aquello que me está sucediendo en este momento particular. Esto es, entender qué es lo que realmente está pasando en mi entorno y ubicarlo en el lugar que corresponde.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
En verdad no hay un momento específico sino una situación particular: el silencio.
Mi actividad profesional me lleva a estar en contacto con mucha gente. De tal forma que soy un poco receloso de mi tiempo libre. Soy una persona que reflexiono mucho. El silencio ocupa un rol importante en mi vida. Desde ese lugar es que mi imaginación tiene el primer incentivo para producir.
De repente sentí la necesidad de poder contar las historias tanto mías como de mis clientes acerca de la vida en general. Pero no quería poner de manifiesto algo banal, sino más bien, contarlo desde la seriedad que se merece. Esas historias son de todos. Por eso es muy difícil que el lector no se encuentre reflejado en alguna de ellas.
De hecho, ese silencio termina convirtiéndose en algo muy activo. Porque el lector notará que mi estilo conversacional lo llevará por las historias sin sentirse solo. Notará que estoy ahí presente manteniendo una conversación.
¿En qué escritores se inspiró?
Cuando pienso en escritores, no puedo dejar de expandirme a otras artes, como el cine y la música. El lector notará que en “Querida Vida” cito fragmentos de canciones y poemas que me han generado un movimiento interno importante. Desde Walt Whitman, Mercedes Sosa y hasta películas que sirven de base para comunicarme con el lector. Definitivamente, hay guiones de cine que me encantan por su simpleza. Es por ello que Woody Allen también forma parte de mi inspiración, porque lo más difícil de transmitir es una idea simple, acabada y coherente. Uno tiene que preguntarse: ¿Cómo hago para transmitir al lector tanta complejidad de una manera sencilla, curiosa y cohesiva?
Además, en la medida que uno va escarbando en la vida y en las obras de muchos autores empieza a descubrir patrones que se van repitiendo en el tiempo. Hay algo que el artista nos quiere comunicar. Es lo que yo llamo: “el dolor del artista”. Se trata como una melancolía recurrente que el artista vive por algo que aún no puede superar. Todos vivimos esa melancolía.
Mi inspiración surge de esos movimientos. Uno ve el intento del artista en ir por nuevos caminos; en buscar soluciones. Esa es la dirección de “Querida Vida”: generar ideas. Nuevas puertas. Caminos que antes eran impensados. Que al momento de leerlo el lector se lleve algo para sí mismo; pero incluso algo mejor; que cuando vuelvas a toparte con mi libro, al releerlo, puedas resignificar situaciones que antes pasaban desapercibidas y te permitan llevar tus ideas hacia otro nivel.
¿Cuándo nació su pasión por la escritura?
Ese impulso siempre estuvo presente toda mi vida, pero tomó la forma de “escritura” luego de mi adolescencia. Llevaba como diarios y escritos acerca de situaciones y problemas que no comprendía, pero que de alguna forma tenía que dejar guardado en algún lado. Mis veranos en la costa comenzaron a acumular papeles, servilletas de restaurantes, hojas A4 de computadora con opiniones propias de esas cuestiones que no podía resolver pero que de alguna manera necesitaban un espacio de reflexión. De ahí también surgieron canciones y poemas.
Siempre fui de hablar mucho, pero de repente empecé a descubrir algo muy particular en la escritura. Se trata de ritmo y armonía. Cuando uno se sienta a escribir puede poner a disposición de manera intencionada el género musical que quiere transmitir. Uno tiene tiempo. Eso es muy valioso, porque podemos usar toda nuestra maquinaria imaginativa para crear escenarios, situaciones, personajes, sensaciones, estilos y movimientos. En cambio, cuando hablamos con alguien, generalmente, conversamos atendiendo a la necesidad del momento. Es como un juego de ping pong. Uno lanza y el otro responde. La conversación exige en algún punto un grado de rapidez.
Personalmente creo que en la escritura se desarrolla todo un proceso creativo ligado a lo mental. Escribir para mí ha llegado a un punto en el cual he encontrado ese “espacio mental” en el que puedo hacer mi arte de una manera cómoda y agradable.
La gente podrá pensar que escribir es algo sencillo y que cualquiera lo puede hacer. Le respondo lo siguiente: sí, cualquiera lo puede hacer. Pero no todos lo hacen bien. Escribir implica todo un proceso que no deja de ser personal. Puede a uno gustarle o no la historia que lee, pero en realidad lo que hay detrás de ello es el estilo propio del artista. ¿Me siento atraído a su estilo personal? Eso es lo que uno debería preguntarse a la hora de encarar una lectura.
¿Por qué eligió ese título?
La elección del título es una representación literal a la pregunta: ¿Por qué me sucede esto a mí? La he escuchado reiteradas veces en mis clientes , amigos y conocidos. “Querida vida: ahora sí puedo entenderte” es un bálsamo a esos pensamientos recurrentes. Mi objetivo es doble: poder aliviar esos malos momentos que la vida nos trae y por otro lado, detenerme un momento a darle justicia a lo más importante que tenemos; nuestra propia vida.
Hay cosas que no controlamos, que son dadas, que las tendremos que tolerar para siempre, pero existe esa pequeña porción en que somos los protagonistas de nuestra vida. Es ahí donde tenemos que poner toda nuestra energía. Es ahí donde nuestra mente tiene que tratar de entender todo lo que está pasando para tomar decisiones adecuadas y “no perder el tren”.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Ignacio Kardya por habernos dedicado su tiempo y le deseamos buena suerte con Querida Vida: Ahora sí puedo entenderte.
Este es todo por hoy… nos vemos próximamente con tantas novedades en puerta…
Besos y Abrazos
Rachele