
«Darle forma a mis vivencias en una narración para presuntos lectores, me dio las herramientas para tener sitio donde explicarme, donde detallar lo desgarrador que es querer gritar y no poder, dar rienda suelta a mi verborrea mental, sin que nadie me interrumpa para invalidar mis sentimientos, ni para aconsejarme como sería mejor tomarme las cosas que me están pasando solo a mí y miles de etcéteras…»
Queridos lectores, hoy vamos a conocer a Cómo he llegado aquí, escrito por Cristina Van Den Camp Cors y publicado por el Grupo Editorial Europa.
Cómo he llegado aquí es una novela autobiográfica muy intensa, una historia de vida que trata el dolor físico y emocional, la pérdida de puntos de referencia, la tristeza que se convierte en un túnel del que es difícil salir. Sin embargo, la voluntad de supervivencia, el valor y la determinación son las características fundamentales de nuestra protagonista, que con gran positividad, logrará volver a encontrar la mejor parte de sí misma.
¿Interesante, verdad?
Sí, y es por eso que en el Grupo Editorial Europa hemos decidido entrevistar a Cristina Van Den Camp Cors para conocerla mejor y descubrir algo más sobre Cómo he llegado aquí.
A continuación, ofrecemos la entrevista a nuestra autora…
¡Buena lectura!
¿Qué le gustaría decirles a sus lectores?
En primer lugar, darles las gracias por mostrar interés por mi autobiografía, la de una mujer anónima, en una etapa de su vida en la que no estaba preparada para nada de lo que le fue sucediendo. Como le puede pasar a cualquier otra persona, sintiéndose segura en su cotidianidad o no, esclavizada en su rutina o todo a la vez y aun así perderse en su nuevo presente y escribir fue, además de lo que todo el mundo te dice, que es terapéutico, fue liberador. Darle forma a mis vivencias en una narración para presuntos lectores, me dio las herramientas para tener sitio donde explicarme, donde detallar lo desgarrador que es querer gritar y no poder, dar rienda suelta a mi verborrea mental, sin que nadie me interrumpa para invalidar mis sentimientos, ni para aconsejarme como sería mejor tomarme las cosas que me están pasando solo a mí y miles de etcéteras.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Bueno, en realidad no lo decidí. Cuento en el libro que utilicé mi libreta preciosa de hada para terapia, y una vez encerrada fue el lugar elegido donde empezar a escribir, pero empezar a fantasear en que fuera un libro publicable y saliera mi nombre y hacerme rica y famosa y que pondrán mi nombre a una plaza. Todo eso, ya en cuanto no tardé ni un minuto en ponerle título, vi su posible potencial no por ser una historia épica, de superación que sirviera de autoayuda, sino todo lo contrario porque es tristemente una de miles de historias parecidas no contadas por lo íntimo y desolador, por lo vulgar de mi rabia cuando aseguro que todo es una puta mierda, y no sé más que repetir en muchos de mis comienzos, estoy triste, pero triste se quedaba pobre para desarrollar las peculiaridades de cierta tristeza que me envolvía y a veces me paralizaba, y a veces me incomodaba tanto que se transformaba en ansiedad por no saber encontrarme de otra manera que no fuera triste, y quien quiere leer las desdichas de una anónima, llevando todo el peso en la garganta de las suyas propias.
¿En qué escritores se inspiró?
Primero de todo quiero confesarme, no fui una buena lectora escolar, solo por el simple hecho de que luego había que hacer la redacción de comprensión lectora, y cómo hacía y sigo haciendo muchísimas faltas, pues sabía que iba a suspender solo por eso, entonces no me valía el esfuerzo de leérmelo. Una vez obligada a pasar largos tiempos en el transporte público me aburría, y mi madre era del círculo de lectores, con lo cual en mi casa no faltaron nunca libros. Empecé con la gran Isabel Allende y La casa de los espíritus. Podéis imaginar el mundo que se abrió ante mí. Luego trabajé de canguro para una familia con un pasillo de esas casas viejas de gracia llenas de estanterías con libros. El universo se quedó pequeño ante aquella disponibilidad de mundos, historias por devorar, el médico Azteca me perturbó durante años, no recuerdo los autores, no solía conocer a ninguno, iba a la aventura de estilos y fantasías, luego si me dejé llevar por la corriente de leer los publicitados los bestsellers, luego los clásicos Cumbres borrascosas, Jane Eyre… la gran Jane Austen y poco a poco he ido creando mi estantería con ediciones mágicas encontradas en mi librería favorita, donde me doy el gusto de ir a la caza de una pieza especial que me enamore, la sutileza de la portada, tan importante, es un gusto que debería repetir más por lo gratificante que es. En el camino al trabajo si me había quedado sin libro paraba en Sants para comprarme uno de bolsillo para salir del paso y me guiaba por la emoción del primer vistazo, por el título, la imagen que proyectaba en mi mente la portada y ahora tengo libros por leer por no ser capaz de concentrarme en mucho tiempo, pero necesitaba comprarlos en su edición de tapa dura, no podía perder esa oportunidad. Soy una loca de la tapa dura, algún día espero ver mi libro con ella, ¡suerte que soñar es gratis!
Bueno, a la pregunta sobre en quién me he inspirado, diría que he tomado prestadas algunas líneas que atrapan grandes ilusiones para mí, grandes esperanzas, pero sería una blasfemia decir que mi estilo literario sigue la corriente de tal o cual. Yo no soy escritora, yo solo he escrito un libro.
¿Qué representa la redención para usted?
Madre mía, qué palabro, es de esos que me gusta usar con intención de molestar a mis amigas y recalcarles la importancia y relevancia de la palabra usada y que ellas no saben, en su gran mayoría, el significado, bello y magnífico de la palabra redención. (Y uno de mis secretos cuando yo no lo sé es describirlo con determinación y se lo creen, pero shhh… es nuestro secreto).
Como su significado indica, el acto de expiar, culpa o pecado, a quienes les suplicaría mi redención sería a mis padres, por no estar junto a ellos, de la manera que ahora creo debería haber estado, y por ser pasado solo ellos podrían dictaminar si me la merezco o no, y al faltar mi padre, en mis sueños donde le reclamo, él con el tiempo me perdonó o eso quise interpretar yo e hizo que mi corazón estuviera menos atenazado. Con mi madre es más complicado porque ella asegurará que no necesito redimirme de nada, pero la redención no se elige, es ella quien se instala en sus aposentos donde se acumulan las causas pendientes de culpa, o de salvación a la espera del veredicto, rellenando una recámara incómoda en las entrañas del corazón.
¿Por qué eligió ese título?
Porque es el que tenía que tener. No tuve una lista de candidatos, en mi cabeza no había cabida para otro, sentía que era el correcto, que definía exactamente cómo me siento. Si intento razonar todo lo que ha pasado, siempre llego al mismo punto, como he llegado aquí, porque aquí podría ser un lugar, como puedo dar a entender en ocasiones, y también es la sensación de como se han desencadenado tantos horribles sucesos en tan poco tiempo que no he asimilado y cuando intento centrarme y recolocarme para ver por dónde voy, que está sucediendo, y soy consciente de cómo estoy, la pregunta es la misma, cómo he llegado aquí.
A estas alturas ya sé que no hay una respuesta correcta, y aun así existe un eco en mi interior que resuena, a veces con más fuerza, otras apenas un susurro que aún me retumba, como he llegado aquí.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Cristina Van Den Camp Cors por haber respondido a nuestras preguntas y le deseamos buena suerte con Cómo he llegado aquí.
Esto es todo por hoy… nos vemos próximamente con tantas novedades en puerta…
Besos y Abrazos
Rachele