«En muchos momentos difíciles he sentido una necesidad instantánea de plasmar los eventos en papel, de buscar soluciones a través de una carta o un escrito.
Para mí la escritura es como un instinto…»
En el Grupo Editorial Europa hablamos de Irene de Santos y su libro «La Máscara del verdugo»
Una historia narrada con gran fuerza y belleza que da como resultado un texto de gran profundidad
«La Máscara del verdugo» escrito por Irene de Santos y publicado por el Grupo Editorial Europa introduce un tema muy delicado y discutido: la eutanasia.
A través de la historia de la oncóloga Mari Méndez, la autora nos habla sobre la eutanasia y sobre el valor mismo de la vida y de la libertad de vivir.
A lo largo de las páginas de «La Máscara del verdugo», Irene de Santos nos invita a reflexionar sobre cuán importante es aceptar la idea de «soltar» y vivir, entonces, en armonía con el fluir espontaneo de la existencia.
¡Aquí tenéis la entrevista!
¿Qué le gustaría decirles a sus lectores?
En primer lugar, me gustaría aprovechar la ocasión para felicitar a mi editorial, Europa Ediciones, por la iniciativa de crear este blog para dar a conocer a sus escritores y, por otra parte, quisiera presentarme a los lectores.
Hola, mi nombre es Irene y soy escritora. Intento recrear sensaciones y vivencias a través de los personajes que protagonizan mis historias.
Escribo desde la pasión, por lo que escojo temas que no dejan indiferente a nadie.
Trataré de guiar a mis queridos lectores a través sus viajes a mundos creados por mí con ayuda de las letras.
Espero que me acompañen en esta aventura que se inició hace ya algún tiempo en Venezuela y que, por circunstancias de la vida, se trasladó a este país que hoy me acoge.
Deseo que disfruten mis creaciones tanto como yo disfruto al escribirlas y que seamos cómplices al momento de descubrir estas historias que yacen en el imaginario ilimitado de la literatura y que solo cobrarán vida a través de sus ojos.
Cuando un lector abre un libro empieza a formar parte de él, este se alojará en su memoria y lo acompañará por el resto de su vida.
¿Cuándo nació su pasión por la escritura?
Mi pasión por la escritura nació desde pequeña, cuando recibí un regalo muy especial: un diario.
Era un libro pequeño, precioso, verde oscuro con los cantos dorados y, además, tenía una cerradura con su llave.
En él empecé a volcar mis experiencias y, recuerdo, que pasaba por el tamiz de la ficción momentos desagradables dándoles un final feliz.
Luego me enamoré de la lectura, cuando cayó en mis manos el primer libro sin dibujos que veía en mi vida.
Se trataba de “El llamado de la selva”, de Jack London y quedé fascinada por el mundo de experiencias extraordinarias que viví a través de sus páginas.
Hallé en él algo mágico: las letras pueden conmover y me propuse que algún día lograría el mismo efecto en otros.
Siempre me ha resultado más fácil expresar por escrito ideas y sentimientos, entiendo mejor los hechos y me logro explicar a mí misma la vida a través de las letras.
En muchos momentos difíciles he sentido una necesidad instantánea de plasmar los eventos en papel, de buscar soluciones a través de una carta o un escrito.
Para mí la escritura es como un instinto.
¿Hay un momento en particular que la empujó a escribir este libro?
Vargas Llosa dijo que “Un escritor no escoge sus temas, son los temas quienes lo escogen” y también afirmó que “El por qué escribe un novelista está visceralmente mezclado con el sobre qué escribe: los demonios de su vida son los temas de su obra”.
En su segundo mandato, en medio de una de sus delirantes presentaciones, Hugo Chávez expuso que la eutanasia era una deuda pendiente con el pueblo de Venezuela, algo de lo que nunca se había hablado.
En ese momento y en medio de tantas crisis –salud, educación, seguridad, economía- el concepto estaba tan fuera de lugar que nadie le prestó demasiada atención, pero su heredero resucitó el tema en 2015, durante su primer período, y a mi repertorio de temores se sumó uno más, que esta vez si fueran en serio y a por todas.
Seis años después están a un paso de lograrlo.
¿Qué opina de la eutanasia?
La eutanasia es un acto de misericordia, una acción destinada a evitar el sufrimiento, por lo que en principio no es cuestionable.
Además, al haber vidas humanas de por medio, entiendo que deba existir un control legal en su aplicación.
El problema es que cada caso es singular, cada situación comporta detalles que la hacen única, pero las leyes abarcan a la sociedad en su conjunto y no sé hasta qué punto es posible incluir dentro de la jurisprudencia el estudio de cada caso.
Quizás hubiera sido más seguro limitar por ley la eutanasia a ciertos casos de enfermedades degenerativas incurables que implican un alto grado de sufrimiento para el paciente, como por ejemplo la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), hasta tanto no se encuentre una cura.
Durante la investigación que hice para escribir “La máscara del verdugo” estudié diferentes procesos que culminaron en su aprobación. Encontré iniciativas que partieron de la sociedad hacia sus gobernantes, quienes, en consecuencia, las hicieron ley, pero también pude observar casos carentes de fundamento, como lo ocurrido en Países Bajos, donde a una mujer sana se le permitió acogerse al procedimiento por un cuadro depresivo y los adolescentes pueden solicitarla.
¿Qué planes tiene para el futuro?
En el futuro planeo seguir escribiendo, ¿qué duda cabe?, escribir para mí es tan necesario como respirar, no concibo mi vida alejada de la escritura.
Actualmente estoy dedicada a mi próximo trabajo, una novela titulada “El juguete”, donde recreo un acontecimiento familiar que ha estado dando vueltas en mi cabeza por décadas. Espero tener listo el primer manuscrito para finales de año.
Es un proyecto muy ambicioso, que me ha obligado a investigar muchísimo, dado que tengo que recrear la vida en dos continentes en la década de los 50, mientras le sigo el rastro a un emigrante europeo que llega a Estados Unidos siguiendo su pasión por la industria del automóvil.
En el ínterin, para entretenerme, seguiré explorando el sinfín de mundos que la escritura me ofrece, como continuar incrementando la comunidad de lectores y escritores interesados en mi trabajo.
A ellos me acerco a través de mi sitio Mibitácoradigitalirenedesantos en WordPress y mi cuenta de Instagram, @irene_de_santos.
Continuaré acercándome a los lectores, quién sabe hasta dónde me llevarán los polvorientos caminos de letras que transito a diario.
La interacción del escritor con los lectores es indispensable y el ciberespacio nos permite esos encuentros.
Siempre es interesante descubrir lo que se esconde detrás de un libro y lo que impulsa al autor a
compartirlo con los lectores
Por lo tanto en el Grupo Editorial Europa agradecemos a Irene de Santos por haber respondido a nuestras
preguntas, y le deseamos buena suerte con su libro «La Máscara del verdugo»
Hoy os saludo, y nos vemos próximamente con tantas novedades en
puerta…
¡Hasta pronto!
Rachele