«Es a través de los personajes que pueblan la literatura que llegamos a entender que la historia humana guarda similitudes desde que hemos aprendido a balbucear las primeras palabras y fuimos nombrando cada cosa, cada lugar y circunstancia…»
Queridos lectores, hoy vamos a hablar de Al amparo del tiempo, escrito por Chiquita Barreto y publicado por el Grupo Editorial Europa.
Al amparo del tiempo, es una novela familiar que atraviesa múltiples generaciones a través de las cuales las historias se unen entre todo en un profundo compendio de vicisitudes, sentimientos y emociones.
Bueno, sí, esta obra realmente nos gustó mucho y es por eso que en el Grupo Editorial Europa hemos pensado hablar con Chiquita Barreto para conocerla mejor y descubrir algo más sobre Al amparo del tiempo.
Ya estamos listos para leer nuestra entrevista…
¡Feliz lectura!
¿Qué le gustaría decirle a sus lectores?
La verdad es que la lectura es la manera más simple y mágica para reconocer el mundo; conocer culturas diversas y entender que no existen culturas intocadas y que la otra -persona- es una misma; es también el modo como llegamos a entender mínimamente a los seres humanos y sus circunstancias. La verdadera estatura de la criatura humana desvalida y confundida que somos la entendemos a través de la literatura.
Las actitudes más heroicas, las bondades y las perversidades están en la literatura. Es a través de los personajes que pueblan la literatura que llegamos a entender que la historia humana guarda similitudes desde que hemos aprendido a balbucear las primeras palabras y fuimos nombrando cada cosa, cada lugar y circunstancia.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Creo que sí y no. Trabajé muchos años con organizaciones de mujeres campesinas e indígenas y fui descubriendo la manera como se naturaliza comportamientos de abusos y humillaciones, romantizando tales actitudes, disfrazando de amor, de pasión, todo lo que no era posible justificar.
No es que los abusos fueran solamente con mujeres campesinas: el maltrato y la violencia contra las mujeres, niñas/os y adolescentes no elige clase social.
He aprendido también que el paradigma masculino, no solamente victimiza a la mujer, sino en cierta forma constriñe el comportamiento del varón que, tanto como las mujeres, necesita romper ese círculo.
Es verdad que las luchas feministas y la solidaridad de muchos hombres han modificado un tanto el panorama presente.
Pero durante siglos los abusos se han disfrazado de amor para someter.
¿Qué representa “la mujer” para usted?
Me representa a mí y al mismo tiempo representa esa huella que la historia ha pretendido ignorar.
Representa también la mirada masculina que nos interpreta y nos configura como santa, puta o bruja; criatura que seduce y rompe hogares. Al mismo tiempo que se nos concede un escaso margen de error conductual, se nos atribuye la obligación -casi- de educar y, según las circunstancias se nos niega o se nos obliga a la maternidad. La mujer “representa” para mí las grandes ausentes. En las mallas curriculares no figuran Aspasia de Mileto, Hipatia de Alejandría o Safo. Y de Cleopatra nos ocultaron que fue una mujer inteligentísima que sabía de política y de guerra y conocía tantas lenguas que nunca necesitó un traductor.
“Representa” la mitad de la humanidad que necesita un mundo más justo.
¿Cuándo nació su pasión por la escritura?
Creo que, como toda fabuladora, nació en cuanto empecé a leer. Mi madre era una gran lectora a pesar de tener escasa escolaridad, igual que mi padre. Yo viví mi primera infancia en un pueblito rural donde mis padres se establecieron después de la guerra civil de 1947, año en que yo nací. La casa de mi infancia, era para una niña de necesidades básicas satisfecha, un mundo encantado: la mitad del patio era un pantano y detrás había un diminuto bosque. Toda esta geografía estrafalaria llenaba mi imaginación de duendes, hadas y personajes de la mitología Guaraní.
¿Por qué eligió ese título?
El tiempo es la memoria que guarda historias reales e imaginarias y lo que está guardado está amparado, resguardado. El tiempo también puede hacer flaquear la memoria, por eso escribimos y fabulamos. Desde el primer jeroglifíco hasta la historia creada por la Inteligencia Artificial, lo que el ser humano -hombres y mujeres- ha hecho, es intentar trascender la finitud. No nos hemos resignado a ser “una pasión inútil”
Y porque creo que el título del libro debe ser la primera introducción a la historia que se quiere contar. El primer paso para diseñar paisajes mentales y acompañar a los seres que pueblan la geografía y la psicología de los personajes.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Chiquita Barreto por habernos dedicado su tiempo y le deseamos buena suerte con Al amparo del tiempo.
Este es todo por hoy… nos mantenemos en contacto y sintonizados…
Besos y Abrazos
Rachele