«Escribir La Mirada Mutua fue un viaje emocional y revelador. Durante mi investigación, me sumergí en la vida y obra de Jane Campion, y descubrí conexiones profundas entre su experiencia como mujer y su visión artística…»
Queridos lectores, hoy vamos a conocer a La Mirada Mutua, escrito por Isabel Picazo Defez y publicado por el Grupo Editorial Europa.
La Mirada Mutua es un ensayo brillante que desarrolla un recorrido bien estructurado sobre la historia del cine, con un enfoque específico sobre la figura de las mujeres en la industria cinematográfica moderna.
Artistas modernas, válidas y bien preparadas, que se rescatan de un mundo todavía demasiado machista y patriarcal.
La Mirada Mutua, publicado por el Grupo Editorial Europa, nos ha parecido tan atractivo que hemos decidido conversar con Isabel Picazo Defez para descubrir algo más sobre su obra.
Ya estamos listos para leer nuestra entrevista…
¿Qué le gustaría decirle a sus lectoras y lectores?
Mi deseo es que el libro aporte descubrimiento a quien lo lea, como me lo aportó a mí escribirlo.
Me gustaría que las personas que lean el libro comprendan la importancia de la representación femenina en el cine. La mitad de la población mundial somos mujeres con historias que contar. Sin embargo, en la industria del cine, son hombres con una visión conservadora los que han creado personajes femeninos deseados por ellos o temidos por ellos, personajes estereotipados al servicio de una ideología de dominación de la mujer.
Espero que La Mirada Mutua inspire a más mujeres a seguir sus pasiones y a encontrar y defender su lugar en el arte y en la vida.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Este libro surge sin pretenderlo. Es fruto de un trabajo de investigación que tuve la fortuna de realizar bajo la guía de Pilar Pedraza que sugirió el tema del trabajo: contrastar la imagen fetichizada de la mujer que muestra el cine clásico con la diversidad y peculiaridad de las mujeres protagonistas de la directora de “El Piano”.
Escribir La Mirada Mutua fue un viaje emocional y revelador. Durante mi investigación, me sumergí en la vida y obra de Jane Campion, y descubrí conexiones profundas entre su experiencia como mujer y su visión artística. Me sentí inspirada por su valentía al enfrentar los desafíos de una industria dominada por hombres y su habilidad para crear personajes femeninos auténticos y complejos. Además, el proceso de escribir este libro me recordó la importancia de liberar la voz de las mujeres en todas las formas de expresión artística.
El libro comienza con una cita de Pedraza “El arte nunca es peligroso, pero si la mujer real se identifica con la mujer ideal de los sueños y fantasías de ellos, entonces el tema empieza a ser peligroso y hay algo que decir”.
Tal y como están las cosas, convendrán conmigo en que hay que seguir diciendo.
¿En qué escritoras y/o escritores se inspiró?
La inspiración en este caso llega de muchas fuentes, analizar la filmografía de Jane Campion es un desafío que no deja indiferente, así como tampoco leer los ensayos de Ann Kaplan sobre cine y mujer, Máquinas de amar, de Pilar Pedraza, o La llegada a la escritura, de la filósofa francesa Helene Cixous.
¿Qué representa el miedo para usted?
En cierto sentido, el miedo es un compañero inevitable en nuestro viaje por la vida, con el que hay que dialogar para poder discernir cuándo existe un peligro real y cuándo es fruto de un pensamiento exagerado causado por una mala experiencia pasada o por una proyección hacia un futuro inexistente. Nos puede paralizar, pero también mover a la acción para salvar la vida, por ejemplo.
En otro sentido, el miedo es la herramienta de la que se valen los tiranos de toda índole para someter a las mujeres, al pueblo, a los devotos y seguidores. En las protagonistas de Campion, por ejemplo, vemos que, aunque tienen miedo, no se dejan vencer por él, sino que encuentran maneras de liberarse del opresor.
¿Por qué eligió ese título?
El título recoge la conclusión de la investigación y al mismo tiempo pone de manifiesto una realidad molesta para los intereses del sistema patriarcal que no son otros que la diferenciación entre yo y otro con el único propósito de dominarlo y esclavizarlo a fin de que satisfaga mis necesidades y deseos.
Sin embargo, el sistema patriarcal se fundamenta en una falacia, ya que la realidad es otra.
Ann Kaplan, en Las mujeres y el cine a ambos lados de la cámara, señala que estudios recientes demuestran que la mirada surge por primera vez entre madre e hijo y no es del tipo sujeto y objeto, sino que es una mirada mutua, no reduce a una de las partes a un puesto de sumisión. Es una mirada mutua que deshace la falacia de la estructura dominio/sumisión, yo/otro, hombre/mujer.
Es una mirada que surge entre dos y los conecta. Es una mirada entre iguales, libre, profunda. De esa conexión surgen mundos amables, habitables. No hay necesidad de matar a nadie ni fuera ni dentro de sí. Honremos esa conexión para dar vidas, para darnos vidas.
En última instancia, La Mirada Mutua es un homenaje a la conexión profunda y recíproca que nace, se nutre y subsiste.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Isabel Picazo Defez por su disponibilidad y le deseamos buena suerte con La Mirada Mutua.
Este es todo por hoy… nos mantenemos en contacto y sintonizados…
Besos y Abrazos
Rachele