
La “revivida vida” es la nueva vida de la protagonista después de haber dejado atrás al narcisista encubierto que la fue apagando paulatinamente, que la intentó anihilar moral y anímicamente. La “revivida vida” representa el “renacimiento” de la protagonista tras haber estado silenciada por su verdugo, su agresor emocional.
Queridos lectores, hoy vamos a averiguar sobre El primer día de mi revivida vida, escrito por Adela Ruiz Sancho y publicado por el Grupo Editorial Europa.
El primer día de mi revivida vida es un libro de gran valor y relevancia en el que se cuenta el camino del despertar y la toma de conciencia que Alida, la protagonista, llevará a cabo.
Atrapada en una relación altamente tóxica y peligrosa, tiene ante sí todas las señales que deberían servirle para dejar ir esta nube de negatividad, pero ella no puede verlas y nada ni nadie parece convencerla, porque el verdadero cambio solo puede ocurrir a través de nuestra voluntad e intención. Será así que, finalmente, Alida se dará cuenta de todo el mal que está sufriendo y será capaz de recuperar su autoestima e identidad.
Interesante, ¿verdad?
Sí, mucho… y es por eso que el Grupo Editorial Europa ha decidido entrevistar a Adela Ruiz Sancho para conocerla mejor y descubrir algo más sobre El primer día de mi revivida vida.
A continuación, ofrecemos la entrevista a la autora…
¡Buena lectura!
¿Qué le gustaría decir a sus lectores?
Si pudiera hablar con mis lectores, en directo, con los lectores que tomaran entre sus manos este libro, les diría que no estuvieran predispuestos a nada, aunque hubieran leído la sinopsis de la contraportada, simplemente que se dejaran llevar por la lectura, entre las páginas de la historia, sin juzgar a ninguno de los personajes y sin interpretar sus acciones, sino que se involucraran en el relato, como si fueran un personaje más, para así, finalmente, conocerse mejor a ellos mismos y saber si se sienten más cercanos a unos personajes o a otros y actuar en consecuencia, es decir, intentar mejorar cualquier aspecto de su idiosincrasia si fuese necesario, ya que cada lector puede verse reflejado, con sus luces y sus sombras, en cada personaje y puede obtener sus propias conclusiones.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Pienso que todo en la vida ocurre en el momento que tiene que ocurrir y que cada acontecimiento tiene un porqué. Muchas veces, sin saberlo ni nosotros mismos, realizamos proyectos, nos embarcamos en acontecimientos que, dentro de un razonamiento lógico, no entendemos, pero que, algo en nuestro interior más profundo, nos impulsa a meternos de lleno en ello. Al cabo del tiempo podemos llegar a comprender que tal o cual cosa debía de haber ocurrido y en las circunstancias en que pasó para poder llegar al momento presente en el que nos encontramos y en una determinada situación. Tras un período de tiempo en el que no entendía la razón de por qué una persona con la que había mantenido una estrecha relación desapareció de mi vida sin dar ninguna explicación, un hombre que había pronunciado él mismo que yo era el amor de su vida, que yo era la mujer que reunía las características de la mujer ideal con la que siempre había soñado y, de repente, desaparece sin explicación alguna, tras el vacío, al tiempo, vuelve a mi vida y tras darme cuenta de que era mucha la toxicidad en la que me veía inmersa, comprendí que lo mejor para mi salud física y mental era no estar con esa persona, ni tan siquiera como amigos, pues los amigos no se lastiman de la forma en la que él lo hacía. Comprendí que existían aspectos que debía asimilar y lecciones que aprender y, de hecho, aprendí. Decidí dar a conocer qué situaciones de estas características se pueden dar, aun teniéndose por una persona fuerte e inteligente, que se puede caer en las redes de un narcisista encubierto y manipulador, pero que es posible salir. Y lo tenía que hacer visible para cualquier mujer que se pudiera encontrar en esta misma situación.
¿En qué escritores se inspiró?
Desde pequeña leía mucho y me gustaba leer libros de temática muy diversa. Recuerdo la primera vez que leí El principito de Saint-Exupéry, con sólo ocho años, pensé que era la forma de contar alguien sus experiencias con las demás personas, alguien sin más apelativos, un chico, el propio escritor. Entonces, empecé a interesarme por historias contadas por el propio protagonista y verme a mí misma como muy “normal”, pues, ya a muy temprana edad, me dedicaba a escribir pequeños relatos sobre mí misma y mi entorno, pero cambiando nombres de personas y de lugares.
Otro libro que me llamó mucho la atención por el realismo en el que estaba escrito, y la crudeza de muchas de las descripciones que contenía fue Un saco de canicas, de Joseph Joffo, en el cual, un peluquero judío establecido en París en tiempos de la II Guerra Mundial, con sus dos hijos, Joseph y Maurice, decide dispersar a su familia para evitar el horrible futuro que intuía que se les avecinaba; todo ello narrado por su hijo Joseph, el autor de la novela.
Seguí creciendo y seguí interesándome por novelas escritas en primera persona o, al menos, que fueran verdad, que estuvieran basadas en la realidad de los personajes que en ellas aparecían. Así pues, me gustó mucho La casa de los espíritus de la chilena Isabel Allende, novela incluida dentro del realismo mágico que presenta muchos elementos autobiográficos.
Otros autores que me gustan por su forma de escribir y de presentar su realidad al lector son Rhonda Byrne, autora de El secreto; Joan Brady, autora de Dios vuelve en una Harley, entre otros libros; Albert Espinosa, autor de El mundo amarillo y tan famoso por ser el creador de la serie “Pulseras Rojas”, en la que él es uno de los protagonistas, uno de los niños que residían en el hospital. Y no puedo olvidar a la psiquiatra Marian Rojas Estapé y dos de sus libros, Haz que te pasen cosas buenas y Encuentra tu persona vitamina. Con todo lo expuesto, aún me atrevería a afirmar que mi forma de escribir es mía, es única, es viva, es original, pero no puedo dejar de lado las influencias recibidas por parte de los autores de los libros leídos a lo largo de toda mi vida de lectora.
Es inevitable recibir influencias de escritores de los que se ha leído su obra, aun sin buscar tales influencias, por lo que indirectamente también podríamos hablar de inspiración directa e indirecta.
En la población donde vivo, las personas mayores, a las que me gusta escuchar, pues desprenden sabiduría de sus palabras, afirman que ya está todo inventado y que simplemente se le va dando la vuelta a lo que va saliendo nuevo.
¿Qué representa la “revivida vida” para usted?
La palabra “revivir” significa “volver a vivir” y, en consecuencia, “revivida vida” es “una vida que se vuelve a vivir”. Sin haber llegado a dejar de existir, es decir, sin haber llegado a morir, una persona puede haber dejado de vivir, de sentir, de ilusionarse por la vida, de emocionarse por cualquier atisbo o indicio de vida. Pero, ahí está el punto álgido: el revivir. El punto exacto y vital de cuando una persona se da cuenta de que se está yendo hacia un camino sin retorno, un camino hacia la muerte (la muerte en vida, la muerte anímica en un cuerpo que respira, que come, que duerme, que… se mantiene en vida, sin vivir…), entonces, se impulsa hacia adelante, hacia una nueva situación que le devuelve las ganas de vivir, la ilusión por seguir adelante, la plenitud por vivir de nuevo y sin las ataduras o los impedimentos anteriores. En definitiva, y atendiendo al argumento del libro, la “revivida vida” es la nueva vida de la protagonista después de haber dejado atrás al narcisista encubierto que la fue apagando paulatinamente, que la intentó anihilar moral y anímicamente. La “revivida vida” representa el “renacimiento” de la protagonista tras haber estado silenciada por su verdugo, su agresor emocional.
¿Por qué eligió ese título?
El título de la novela es El primer día de mi revivida vida, un título largo y lleno de significado, un título intenso. La “revivida vida” ya hemos dejado más o menos explicado qué puede significar, qué quiere decir, y, si a ello le añadimos “el primer día”, quedará todavía más claro: el primer día de la libertad de la protagonista después de haber estado presa, encerrada en una mazmorra emocional y anímica. El primer día después de salir de un confinamiento al que entró voluntariamente, pero sin saber dónde entraba y del que ha podido salir, no sin esfuerzo y dificultad, y con la ilusión por ser una versión mejor de lo que era anteriormente, antes de tropezar por el camino con este personaje que, al final, le tiene que agradecer su mal comportamiento porque la protagonista ha aprendido la lección de quererse, de amarse mucho más a ella misma y ver en el otro lo que no quiere en su vida, ni tan siquiera quiere tener alguien así como amistad. Y, habiendo aprendido la lección, percibe cuando alguien que se le acerca va a ofrecerle algo similar y lo sabrá apartar de su lado. Como todo en la vida, los acontecimientos ocurren y se desarrollan por algo; así pues, la protagonista observa como positivo el aprendizaje que ha tenido tras haber coincidido con este personaje. Este aprendizaje ha sido el revalorizarse ella misma, devolverse el valor que tenía, que tiene, y, que, de alguna manera, había perdido hacia ella misma. Vuelve a sentir esa autoestima que llevaba consigo misma cuando lo conoció. La protagonista vuelve a subir su nivel de vibración, se renueva, mostrando una versión mejor de la que fuera anteriormente y sabe discernir lo que es bueno para ella y lo que no lo es.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Adela Ruiz Sancho por su amabilidad y le deseamos buena suerte con El primer día de mi revivida vida.
Esto es todo por hoy… nos vemos próximamente con tantas novedades en puerta…
Besos y Abrazos
Rachele