«Yo creo que me hago más fuerte cuanto más me acerco a los que necesitan mi ayuda. Aun así, he de admitir que tengo mucha suerte con lo que me ha tocado y por eso me obligué a sentir lo mejor de esta vida…»
Queridos lectores, hoy vamos a conocer a Un mundo mejor, escrito por Andrea Ferrero Díaz y publicado por el Grupo Editorial Europa
Un mundo mejor es un poemario lleno de sensibilidad y ternura, en sus versos se desarrollan las dificultades existenciales de los adolescentes de hoy y la redescubierta de las pequeñas cosas que traen sonrisas y ganas de vivir…
Un mundo mejor, publicado por el Grupo Editorial Europa, nos ha parecido tan atractivo que hemos decidido conversar con la nuestra joven autora Andrea Ferrero Díaz…
Ya estamos listos para leer nuestra entrevista…
¡Buena lectura!
¿Por qué eligió ese título?
La verdad es que “Un mundo mejor” no fue mi primera opción. Pensé en ponerle “Palabras que enseñan” o algo por el estilo, pero no terminaba de encajar con lo que quería expresar con él. Entonces me decanté por lo más sencillo. Como dicen: la respuesta correcta suele ser la más simple. “Un mundo mejor”, ese es el objetivo del poemario. Con él pretendo llegar al corazón de las diferentes personas y que cambie el punto de vista que tienen de nuestro mundo. Quiero que se percaten tanto de lo que debemos cambiar como de aquello que no valoramos por ser “demasiado simple ”. Solemos creer que todo lo que nos rodea está teñido de maldad o que todo es perfecto. Yo quería contrastar ambos pensamientos. Por ello hizo dos partes dentro del poemario: una de crítica social, “ataduras”, y otra más positiva, “sonrisas furtivas».
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Esta pregunta me la han hecho bastante. Siempre respondo lo mismo: no sé cuando se formó la idea en mi cabeza. Hay quién dice que tú no eliges las ideas, que ellas te eligen a ti. Puede que sea demasiado filosófico, pero como todo, tiene parte de razón. En mi caso, no creo que fuera solo un suceso lo que me llevó a escribir el poemario, sino muchos. Siempre he sido una chica bastante tímida. Muchas veces, por no alzar la voz, me guardo lo que pienso. Cada vez que oía algo con lo que no estaba de acuerdo gritaba en mi cabeza, pero no decía nada. Al final, traducí lo que pensaba a palabras. Sin embargo, cada vez que escribía un poema me hundía en un abismo del que me costaba salir, por eso empecé la otra parte más positiva. Quería saber que también hay cosas buenas, personas buenas. Además, en ese momento había ganado mi primer premio de poesía y tenía mi estima algo elevada.
¿Qué representa la fase de la adolescencia para usted?
He de admitir que la adolescencia no es una etapa sencilla. Es una época de cambios. Ya no eres un niño, pero tampoco un adulto. Si te comportas de manera infantil te tachan de inmaduro y si lo haces como un adulto dicen que eres un creído. En ese momento cambia tu cuerpo, tu forma de pensar y de actuar. Te enfadas por pequeñeces o ni sabes el motivo de tu enojo. Puedes estar feliz y al momento estás llorando. En resumen: te conviertes un poco en géminis (siendo yo una orgullosa géminis). También se forman en tu cabeza un millón de preguntas, que –al menos a mí– me da vergüenza formular. Por no mencionar la cantidad de hormonas que tenemos. Es el momento en el que descubrimos nuestra sexualidad e identidad, en el que queremos divertirnos y en el que creemos que podemos conquistar el mundo. En general, es una estapa interesante.
¿Cuáles son los sentimientos que inspiran su poesía?
Mi madre siempre me ha dicho que soy muy sentida, que soy un radar emocional. Utilicé esto para ponerme en el lugar de esas personas. Pensé en como me sentiría si estuviese en su lugar. Con cada palabra que escribía se me rompía un poco el corazón. Mi madre también me dice que soy un poco masoquista por centrarme en aquellos que tienen menos suerte. Yo creo que me hago más fuerte cuanto más me acerco a los que necesitan mi ayuda. Aun así, he de admitir que tengo mucha suerte con lo que me ha tocado y por eso me obligué a sentir lo mejor de esta vida. Aquello que provocaba que pequeñas sonrisas escaparan de mis labios. Porque, como en el yin y el yang, existe luz dentro de la oscuridad, al igual que existe oscuridad dentro de la luz.
¿Qué influencia tiene el contexto social en su poesía?
Muchas de las poesías están basadas en gente que conozco o conocía, aunque hay otras en las que me ponía en el lugar de personas de las que solo había oído hablar. Mucha gente piensa que los niños o adolescentes no nos percatamos de que algo va mal, pero somos los primeros en darnos cuenta. Como ya he dicho, soy bastante tímida, por lo que tiendo a escuchar más que hablar. Esta puede ser un gran arma si sabes como usarla. He recogido la esencia de historias que me iban contando, de amigas, abuelos, conocidos, de mí e incluso de segundas tintas. Todos tenemos algo que enseñar, para que no se vuelvan a cometer los mismos errores. Yo no temo en admitir que el poema sobre la anorexia está basado en una época de mi vida. Cometí un error que no quiero que le suceda a más gente, sobretodo a mi hermana pequeña. Apenas tiene un año y ella es el motivo por el cual quiero crear un mundo sin prejuicios, en el que ella pueda ser feliz.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Andrea Ferrero Díaz por habernos dedicado su tiempo y le deseamos buena suerte con Un mundo mejor
Hoy os saludo, y nos vemos próximamente con tantas novedades en puerta…
Rachele