«Este trabajo intenta en primer lugar “comprender” cuál es “el estado de lugar”, y qué provoca el incremento de la desigualdad, en sus distintas vertientes jurídicas, a escala nacional e internacional…»
Queridos lectores, hoy vamos a conocer a Se ha dejado algo, Sr. Piketty, escrito por Rodrigo García-Golmar y publicado por el Grupo Editorial Europa
Se ha dejado algo, Sr. Piketty es un «ensayo sobre la desigualdad», una obra muy interesante que vale la pena leer porque nos abre los ojos sobre el mundo de la globalización actual: las injusticias económicas sufridas por las clases medias, versus una actitud despiadada de las grandes multinacionales con sus patrimonios fiscales y beneficios económicos…
Interesante, ¿verdad?
Por lo tanto, en el Grupo Editorial Europa entrevistamos a Rodrigo García-Golmar para conocerlo mejor y descubrir algo más sobre Se ha dejado algo, Sr. Piketty
A continuación ofrecemos la entrevista al autor…
¡Buena lectura!
¿Qué le gustaría decirle a sus lectores?
El incremento de la desigualdad es, sin duda, el gran problema de futuro, pues creará conflictos y migraciones de toda índole. Agravado por la falta de recursos impositivos para financiar políticas públicas igualadoras (educación, sanidad, etc.), o paliar los efectos del cambio climático (acceso al agua, hambrunas en las zonas afectadas, o transición a nuevas políticas energéticas).
Partiendo de Piketty – centrado exclusivamente en los aspectos fiscales de la desigualdad, sin ir más allá – mi obra disecciona sus causas, interrelacionando todas las áreas del derecho involucradas.
Constatando el aumento de las inequidades, el desarrollo tecnológico, la existencia de paraísos fiscales, la competencia fiscal internacional y la hipocresía reinante, que favorecen los grandes patrimonios y multinacionales en la elusión y minoración fiscal; las normas que benefician los oligopolios y monopolios, permitiéndoles el control del comercio, en detrimento de las PYMES, y atacando la libertad e igualdad para emprender, de lo que ya nos previniera Adam Smith; el impacto de la inteligencia artificial; el marco de libre comercio sin vinculación a baremos laborales mínimos, fragilizando a los trabajadores. Para terminar ofreciendo respuestas, soluciones garantistas y de derechos básicos, que ofrezcan nuevos paradigmas de dignidad humana, acordes a nuestras posibilidades en el siglo XXI.
¿Hay un momento en particular que le empujó a escribir este libro?
Inquieto por lo que veía y la falta ya no de respuestas, sino de la mera constatación de los problemas, tanto en el lado académico como en el político, empecé a investigar el impacto de los paraísos fiscales en los años noventa.
Desde la atalaya de mi actividad profesional, observé la apertura del comercio, el transfer tecnológico y productivo a China, y las limitaciones del Estado-nación, nacido hace cuatro siglos en el tratado de Westfalia en un contexto muy distinto.
Con preocupación, comprobé el progresivo acaparamiento del comercio por las multinacionales, al consolidarse las prácticas oligárquicas, favorecidas en la UE con el Tratado de Lisboa, viciado de origen, pues garantizó la libre circulación de capitales sin establecer unos mínimos fiscales a nivel comunitario, al tiempo que su legislación “toleraba” la existencia de oligopolios si pretendidamente suponían una “mejora” para los consumidores, fuere en el comercio o la fijación de precios, sin más análisis de los daños colaterales.
Todo presagiaba a término un incremento de la precariedad, la pobreza y la concentración patrimonial.
Por desgracia, el tiempo parece haber confirmado mis temores.
¿Qué siente al publicar este libro?
He publicado distintos trabajos jurídicos especializados con anterioridad, en ámbitos diversos del derecho internacional.
Asimismo, residiendo en Camboya durante siete años y conociendo desde los noventa el país, donde pude entrevistar a más de 200 personas que habían vivido los distintos genocidios que allí se dieron, indagué en la condición humana en mi novela “Detrás de tu mirada”.
Sin embargo, este ensayo sobre la desigualdad – que he procurado accesible a cualquiera, a pesar de su imprescindible sustento técnico – es un viaje en la condición del mundo que me produce especial satisfacción; tanto por el tema, cercano a mi inquietud, como por recoger veinticinco años de estudio, reflexión y enseñanzas nacidas de la práctica jurídica y empresarial, a la vanguardia de la globalización.
Quizá ese prisma en el mundo real, el haber firmado contratos con multinacionales y conocer sus prácticas, y al tiempo presenciar las dificultades de las PYMES y la pobreza creciente, dotó a esta obra de una perspectiva profunda y novedosa, anudando campos del derecho anteriormente obviados que, globalmente, configuran la realidad. Delimitando problemas, analizando sus causas y apuntando soluciones: ojalá que el resultado estimule al lector, y sobre todo incite al investigador a su mejora.
¿Puede explicar brevemente la teoría de Piketty?
Su obra, de ambición descomunal, estudia la evolución de las desigualdades, fiscalmente.
Primero, concluye que la historia de la repartición de riquezas es siempre política: no hay determinismo económico.
Demuestra que hubo una concentración extrema de patrimonio hasta 1914: fueron las guerras, el shock de 1929 y el intervencionismo fiscal y políticas públicas igualadoras, tras 1945, las que variaron la tendencia y posibilitaron las clases medias, aunque generalmente el 50% más pobre tenía entonces menos de un 5% de patrimonio, igual que hoy.
Revirtiéndose esa tendencia igualadora desde los años 1970, al calor de la Escuela de Chicago, los paraísos fiscales y sus ondas subsiguientes.
Piketty demuestra que cuando la tasa de rendimiento del capital sobrepasa el ratio de crecimiento anual del ingreso y la producción (algo normal, históricamente), los patrimonios venidos del pasado se capitalizarán más rápido, tendiendo a la acumulación rentista.
La desigualdad también se acelera en los ingresos del trabajo: En EE.UU., en 2010, el 10% mejor pagado alcanza ya el 35% del total de la masa de ingresos, mientras el 50% menos pagado recibe solo un 25% del total.
Concluye que este proceso no cesará, sugiriendo una intervención fiscal correctora y la difusión educativa y de conocimiento, que permite el incremento de la productividad y reduce las desigualdades.
¿Qué van a encontrar los lectores entre las páginas de su libro?
Este trabajo intenta en primer lugar “comprender” cuál es “el estado de lugar”, y qué provoca el incremento de la desigualdad, en sus distintas vertientes jurídicas, a escala nacional e internacional. Porque, no nos engañemos, el devenir de las cosas ha sido instado desde determinados gobiernos e instituciones internacionales, académicos y grupos de interés.
Se ha producido la mayor succión de fondos de la historia, de abajo a arriba, inadvertidamente.
Mientras, por primera vez, poseemos los recursos para eliminar la pobreza extrema y asegurar una mayor igualdad de oportunidades. Además, hay inmediatez de información: somos conscientes de los problemas, en cualquier lugar.
Hace falta un cambio fundamental de paradigmas, vinculados a la dignidad humana, ligada al hecho per se de “ser humanos”.
Si se logra, no solo se reducirá la desigualdad y se alcanzará una mayor justicia social, sino que el crecimiento será exponencial. Pues, ¿podemos imaginar la cantidad de Albert Einsteins que hoy son desperdiciados en tantas zonas del mundo, si se nace en el lugar equivocado?
Para terminar, no debemos olvidar la enseñanza histórica, que nos habla de su necesidad, pues la alternativa es un conflicto que, por la capacidad destructora alcanzada, ya no nos podemos permitir.
En el Grupo Editorial Europa agradecemos a Rodrigo García-Golmar por haber respondido a nuestras preguntas y le deseamos buena suerte con Se ha dejado algo, Sr. Piketty
Hoy os saludo, y nos vemos próximamente con tantas novedades en puerta…
Rachele